sábado, 3 de agosto de 2013

XIV Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia 2 al 5 de octubre de 2013




Un extracto de lo que estaremos presentando en septiembre próximo en Mendoza, "El ideal del caballero medieval, en las obra de Geoffrey de Monmouth y de Chrétien de Troyes, siglo XII"
       anhelamos verlos ahí:
Portador de una conducta dual: material e ideal, por un lado, pero al mismo tiempo, profundamente espiritual; la imagen del Caballero medieval requería un compromiso que sobre-determinan su oficio; era en gran medida un sempiterno peregrino. San Agustín había insistido en ese propósito:

Un hombre es responsable de su propia familia (…) Aquí es donde empieza la paz doméstica, la ordenada armonía en torno a dar y obedecer órdenes entre aquellos que están preocupados por los intereses de los otros; así, el marido da órdenes a la esposa, los padres a los hijos, los señores a los siervos (…) Pero en hogar del hombre justo que vive de acuerdo con la fe y se encuentra todavía en peregrinaje, lejos de la Ciudad de Dios, incluso los que dan órdenes son los siervos de aquellos a quienes parecen dominar. La razón es que no dan órdenes por ansia de dominio, sino por una obligada preocupación por los intereses de los otros, no por el orgullo de tener preeminencia sobre los demás, sino por compasión al cuidar de ellos. (SAN AGUSTÍN, 1942: 681).
El ser nombrado caballero, era sin lugar a dudas, un acontecimiento religioso de significativa trascendencia. Juramentar sobre las reliquias de tal o cual santo, generaba un lazo indisoluble con las potencias invisibles que en última instancia lo controlaban todo. Este vínculo que amalgamaba a la caballería toda, y que daba su especificidad por sobre los otros estamentos del complejo entramado social vigente. Encontraba su punto culmine en las palabras de San Bernardo de Claraval , “Si, un nuevo género de milicia ha nacido, desconocido en los siglos pasados, destinados a pelear sin tregua un doble combate contra la carne y la sangre, y contra los espíritus malignos que pueblan el aire[1]
                   Lic. Fernando, Cammarota.

                   Prof. Felipe, Stelzer.
                 




[1] San Bernardo de Claraval, De la loa a la nueva milicia, Barcelona, Índigo, 2002, p. 21.