Me permito, extraer el siguiente texto en el que la Dra Laura Mendez, refleja increiblemente a Demetrio:
ADIOS AL PROFESOR
Con profundo dolor comparto con
ustedes la noticia del fallecimineto del profesor Demetrio Taranda. Lo
conocí hace 17 años, cuando por primera vez vino al CRUB a dictar su
materia. Al principio me daba miedo, su presencia imponía respeto, su
sabiduría impresionaba y sus fórmulas matemáticas que sistemáticamente
llenaban los pizarrones, me resultaban incomprensibles.
Con el tiempo pude observar y descubrir otras cosas: un lúcido político,
un militante comprometido, un padre amoroso, un profesor apasionado, un
compañero de vida ejemplar para Alcira, su mujer.
Siempre duele cuando muere un profesor. Con él parten cientos de libros
leídos, explicaciones que no serán dadas, visiones de mundo que ya no
conoceremos. Me queda como único consuelo pensar que, en cada de sus
alumnos, seguirán de alguna manera vivas sus palabras, su sonrisa a
medias, las anécdotas de exámenes y cursadas. Y recién entonces y sólo
entonces tomo conciencia que la docencia puede llegar a hacerle trampa a
la muerte. Y así todo duele un poco menos.
Al profesor, con cariño. Laura.
Todos te vamos a extrañar...
Fernando